Hoy tengo ganas

De escribir todo aquello que me apachurra el corazón, dejarlo aquí y que lata de nuevo, amorosamente. Tengo ganas de que cuando vuelva a leer este post recuerde sin tristeza el día que regresé del D.F, tan cabizbaja por dejarte. Tengo infinitas ganas de entender todo esto que sucede y nos envuelve en un mar de imposibilidades... Tengo ganas de que la felicidad acapare todo, porque afortunadamente ella no me abandona, pues tú tampoco lo haces, sólo te quedas allá, y yo acá, juntos pero no revueltos, aunque de esa manera estaríamos mejor, revueltos ¿no? Tengo ganas de que todos desaparezcan y nos quedemos solos tú y yo, con el castillo, con la condesa y el Burger king de la esquina, con el ángel y el zócalo, pero tú y yo, nadie más. Tengo ganas de abrazarte como lo hice ayer, porque no logré aprenderme todo tu cuerpo con mi tacto, y creo que lo hice adrede, pues ahora tengo un pretexto para regresar, besarte y desvestirte. Tengo ganas de eso, meternos debajo de las cobijas y revolver la cama, el cabello, los cuerpos. ¿Tú no tienes ganas? ¿no tienes ganas de caminar y quitarte el frío, de pensar en que volaremos en una avioneta para salvarnos de las grietas?

Tengo ganas de vivir contigo y doblar tu ropa al lado de la mía, poner tu toalla a secar en mi cuerpo y que el tuyo lo moje de nuevo. Tengo ganas de tumbarme a verte dibujar, porque lo aprecio todo con tu lado izquierdo dándome la panorámica. Tengo ganas de ver cómo tus manos pintan ciudades y personas, como un Dios que aprecia su creación.

Ya no quiero amanecer sola nunca más, prefiero enojarme porque ni el despertador, ni el poder humano harán que abras tus ojos... Tan lindos. Hay tantas palabras, entre las tuyas y las mías, los dolores que compartimos cuando aún no nos conocíamos. ¿Qué nos falta? es increíble que el amor no sea suficiente ni siquiera para describir lo que siento por ti. Tengo ganas de describírtelo y escribírtelo, pero no me alcanzarían todas las hojas, ni todos los posts. Añoro que llegue el día que me llevará a tu lado para siempre.

Tengo ganas de besarte mientras tomas mi cintura. Quiero regresar al domingo, aunque nos bañemos con agua fría, tengo ganas de volver, de verte. Tengo ganas de ti, de nosotros.